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Atención a la Dependencia, Atención a las personas mayores, Derechos Sociales, Política Social, Responsabilidad
“Condenar a la soledad…”
“Te voy a contar una pesadilla: soñaba con recortes y más recortes. Esto suponía, entre otras cosas, que me quedaba sin el botón, sin ese apoyo diario. Si me quitan el botón de teleasistencia, me están condenando a la soledad…”
Se está jugando con los derechos de la ciudadanía, “esta pesadilla” no es más que una realidad, un robo de calidad, un incendio más al Estado del Bienestar.
El Plan Concertado, desde 1988, tiene como finalidad, partiendo de la colaboración entre Administración central y autonómica, mantener una red de Atención de Servicios Sociales Municipales que permita unas prestaciones básicas, apoyando a las administraciones locales en el cumplimiento de la Ley de Bases de Régimen Local.
Pues este Plan Concertado sufre un recorte del 40% para este año 2013, un claro desmantelamiento de los Servicios Sociales, una ruina para los derechos del pueblo. Esto afecta entre otros recursos, al Servicio de Teleasistencia que se presta en los municipios. En el Ayuntamiento de Granada con 3.313 personas usuarias que perderán su servicio el próximo 31 de marzo, mientras que en Diputación de Granada 4.842 se benefician sin saber si habrá una prórroga hasta diciembre, y los municipios mayores de 20.000 habitantes cuentan con 680 personas, sin pronunciarse de forma definitiva que van a hacer.
Este servicio es la garantía de seguridad, apoyo, compañía y atención para cualquier persona que se encuentra en su domicilio precisando de atenciones específicas a causa de su estado de salud o limitaciones en su autonomía, o simplemente porque necesita unos cuidados determinados. El servicio municipal o ex futuro servicio municipal cuenta con detectores de movimiento, movilidad, humos… lo que permite una atención más adaptada a las realidades de nuestra ciudadanía. Pues este servicio ¡SE ELIMINA!
¿Y que hace toda esta gente ahora? ¿Pasar a otra administración en la que el servicio tiene un precio? ¿Privatizar el servicio? ¿Acaso no contribuimos económicamente con los impuestos a mantener ese sistema? “Ya no cuento en euros, cuento en litros de leche”…
¿Qué está pasando? ¿Dónde están los derechos básicos? ¿Qué pasó con el artículo 39 de la Constitución Española que protege a la familia? ¿Y el artículo 50 de protección a la tercera edad?
Díganme que esto es una pesadilla, un malestar irreal. Que esta ofensa y tomadura de pelo es más que una angustia transitoria… una realidad así no merece ser llamada realidad, una realidad así se merece un CAMBIO, un grito de ¡LUCHA!
M. Profesional y Afectada
Es indescriptible la impotencia que se siente al ver la conformidad de profesionales y de usuarios, ante la vulneracion constante de sus derechos. Me supongo, son vestigios del asistencialismo y la beneficencia, donde si te dan algo bien recibido sea y si no… “que le vamos a hacer”.
DESPERTAR, RECLAMAR, EXIGIR,!!!!! Lo que sea menos conformarse.
Pues ya ves compañera, cuenta atrás para desconectar el botón. Estamos a unos días para que miles de beneficiarios del programa de teleasistencia se queden sin servicio y la gente no reacciona. ¿No hay motivos para que tanto los afectados como sus familiares, así como profesionales se movilicen? No se en que estamos pensando, nos están robando a mano armada y nosotros poniéndolo en bandeja.
Muy bien compi, es una realidad que nuestros mayores se sienten más acompañados con la teleasistencia, su botón, es su compañía y la seguridad de muchos familiares..
Esta semana como trabajadora social puedo decir que ha sido dura, muchas personas acuden con la carta de la diputada informándoles que no es competencia suya sino de la JA por tener grado de dependencia… Una Sra me explicaba que su madre no podía estar sin el detector de humos y movilidad, que por favor se lo cobráramos pero que siguiera con diputación, …. Cuando alguien esta sólo/a y su única compañía y seguridad es un botón que lleva tanto detrás , los dirigentes deben tener la responsabilidad y el deber de escuchar a sus ciudadanía y dar respuesta adecuada…. A veces es más importante lo cualitativo q lo cuantitativo… Luchemos por dar calidaz y calidez
Que alegria cuando los mayores hablan del botón, se les pone una luz en la mirada, hablan no del aparato ni de la importancia salvadora del mismo, sino de los profesionales que están las 24 horas del dia detrás, de las señoritas que los llaman tan atentas, para suplir lo que los familiares no hacemos, simplemente preguntar como están, que importancia tiene una palabra de ánimo, por esta luz en la mirada necesitamos que sigan trabajando como lo hacen y debemos trabajar para que no desaparezcan ni hagan negocio con los servicios sociales. Familiar de usuaria
Gracias compañeros por el apoyo,quedan unos días para que el botón de nuestros usuarios se desconecte, y muchos de ellos aún no saben que si les ocurre algo a 1de abril nadie vendrá a auxiliarle,ya que está totalmente desconectado..
Como sabéis hay personas ciegas,con patologías psíquicas…que le impide leer
entender esta carta,y muchos de ellos son
los que mas lo necesitan,personas que
tenemos sus llaves y a los fuales acudimos a diario a atender.
Quien no conoce a alguna persona mayor que dispone del “botón” no sabe realmente de qué estamos hablando. Conozco a una señora de 93 años, que reniega de todos los servicios para personas mayores porque dice que ella aún no es una vieja, excepto de ese. Para ella es un ritual, ir a la ducha o a dormir y colocarse su “botón”. Y aunque en este caso no está sola, agradece y comenta cuando la llaman para preguntarle cómo está. Dice: “hoy me han llamado las del botón para felicitarme por mi cumpleaños, ¿cómo se habrán enterado?”
Y si para las personas mayores es un pilar fundamental de seguridad para permanecer viviendo solas en su hogar, qué decir de esos hij@s que apuestan por ese deseo pero que tienen la angustia de que les pueda pasar algo y el tiempo de reacción sea demasiado largo.
Porque el “botón” funciona, y esa llamada que recibimos a las 4:00 de la madrugada : ” Buenas noches, no se asuste, somos de Teleasistencia, que su madre nos llamó porque no se encontraba bien y hemos venido a verla…”
Esto no tiene precio.